La hipertensión, o tensión arterial alta, se produce cuando la sangre ejerce una fuerza excesiva contra las paredes arteriales, pudiendo dañar con el tiempo órganos como el corazón, el cerebro, los riñones y los ojos. Un tratamiento adecuado implica un seguimiento periódico, una dieta equilibrada, ejercicio constante y, si es necesario, medicación por parte de un profesional de la salud.
Los modelos de atención tradicionales suelen basarse en visitas periódicas en persona, lo que puede dejar vacíos en el seguimiento y la gestión. El Monitoreo Remoto de Pacientes (RPM) cubre estas carencias permitiendo un seguimiento continuo y en tiempo real de parámetros vitales para la salud, como los niveles de tensión arterial. Este enfoque proactivo no sólo mejora los resultados de los pacientes, sino que también permite a los profesionales de la salud realizar ajustes oportunos en los planes de tratamiento, garantizando una atención más personalizada y eficaz de la hipertensión.
Hipertensión en cifras
- Aproximadamente el 48% de los adultos estadounidenses padecen hipertensión. En 2022, casi la mitad de los adultos, 119,9 millones, padecen hipertensión.
- Entre 2017 y 2018, la hipertensión fue más prevalente en hombres (51,0%) que en mujeres (39,7%).
- Asimismo, la prevalencia de hipertensión fue mayor entre los adultos negros no hispanos (57,1%) que entre los blancos no hispanos (43,6%) o los hispanos (43,7%).
- Sólo alrededor del 25% de los adultos con hipertensión tienen la tensión arterial bajo control.
- En 2022, la tensión arterial alta fue la causa principal o contribuyente de 685.875 muertes en Estados Unidos.
- El coste estimado de la hipertensión en Estados Unidos en 2014 fue de 131.000 millones de dólares cada año, de media en 12 años (2003-2014).
(Fuentes: CDC, American Heart Association (AHA)), National Institutes of Health(NIH))